Riego

RIEGO

RIEGO EN CUBIERTAS VERDES

El objetivo de las cubiertas es que se naturalicen y dependan lo menos posible de la intervención humana. Deberemos utilizar el riego para asegurar una correcta implantación de la vegetación, reduciéndolo paulatinamente hasta el punto en que solo tengamos que aportar agua en casos de sequía extrema.

La sostenibilidad de la cubierta a largo plazo dependerá en gran medida de la correcta gestión del riego. El exceso del mismo, no permite a la vegetación adquirir la rusticidad necesaria para sobrevivir por sí sola y además, favorece la aparición de especies no deseadas, aumentando así la necesidad y frecuencia de mantenimiento.

Partiendo de esta base, deberemos elegir el sistema de riego más adecuado para el tipo de cubierta elegida en base a sus condicionantes y exigencias técnicas particulares. Dado que las cubiertas, en general, se ven afectadas por el viento, el tipo de riego más comúnmente utilizado es el riego automático localizado, también llamado riego por goteo. Éste nos permite aportar agua de forma controlada sin desplazamientos ni pérdidas, reduciendo al mismo tiempo el consumo de agua.

En casos puntuales puede estar justificado el uso de sistemas de riego por aspersión o difusión, aunque con la tecnología actual podemos utilizar un riego localizado incluso en cubiertas más exigentes.

Riego por Goteo