Cuando el agua, ya sea de riego o natural de la lluvia, cae sobre la vegetación y sobre nuestro sustrato, parte queda retenida y parte fluye hacia la capa inferior. Por debajo, está el material de drenaje con concavidades que se llenan con el agua que cae excedente del nivel superior.

Una vez que el sustrato está saturado en agua y las concavidades de la capa drenante están llenas, el agua sobrante fluye libremente hacia los puntos de desagüe de la cubierta.

Las placas drenantes, cuentan con una serie de orificios ubicados en las partes convexas de las placas, que permiten la oxigenación y la humidificación mediante la evaporación del agua retenida, hacia la tierra vegetal.

De esta forma, los Sistemas para cubiertas verdes retienen siempre un porcentaje del agua de lluvia o de riego, que es lentamente liberada por evaporación hacia las capas superiores donde está el sustrato y la vegetación.

Como resultado, logramos que las cubiertas se sustenten y desarrollen por sus propios medios, requiriendo así poca intervención humana una vez que las especies se adaptan a la cubierta, y también logramos un gasto de agua de riego muy bajo.